Es inevitable vivir la Navidad sin pensar en las reuniones familiares, las compras y por supuesto los regalos. Los medios de comunicación nos inundan con centenares de anuncios… ¡qué estoy diciendo! ¡centenares de miles de anuncios más bien! , que nos inducen una y otra vez de forma incansable, a que compremos sí o sí: un perfume, un reloj, unos zapatos, una máquina de afeitar, etcétera, etcétera, etcétera.
El insulto al espectador/oyente
Ya resulta indignante e incluso insultante, la gran cantidad de anuncios que tenemos que digerir para poder ver nuestro programa favorito o no digamos ya, la película de la semana. Son cortes de publicidad interminables, en los que o bien te levantas al baño, o bien te quedas hipnotizado viendo pasar uno tras otro los adictivos spots repletos de cuerpos esbeltos, música ecléctica que pasa del villancico al rock duro dependiendo de la emoción que quieran suscitarte los publicistas, paisajes, colores, eslóganes torticeros y un sin fin de triquiñuelas más, fruto de mentes manipuladoras para que te decidas a ser feliz, comprando algo que a buen seguro no necesitas.
Sócrates tenía razón
Hace 2500 años uno de los padres de la filosofía griega ya dijo:” Me encanta ver tantas cosas que no necesito”, dijo esto mientras paseaba por un mercado con su mujer. Es curioso que después de dos milenios y medio, la especie humana siga perseverando en el culto a la pulsión de las emociones, en vez de al cultivo de la razón.
Cómo protegerse
Precisamente partiendo de la razón debemos generar un potente escudo como profilaxis, para no dejarnos alienar por cánticos de sirena que nos conduzcan al fondo del oscuro océano del consumismo y aportar un poco de luz a nuestras decisiones, de forma que estas sean lo más acertadas y plausibles posible.
Regala un lingote de oro
Desde nuestra web, te recomendamos regalar algo sin obsolescencia, que perdure en el tiempo, que no alimente la vanidad y que nos ayude a asegurar el futuro, una necesidad que todos los que trabajamos cada mañana tenemos. Te hablo de regalar un lingote de oro.
Los hay de muchos gramajes y desde una cantidad muy pequeña, aunque te recomendamos que compres uno de como mínimo de 5 gramos, ya que a partir de este peso están exentos de IVA. Por mucho menos de lo que vale uno de los smartphone de moda puedes regalar una inversión de futuro y distinguirte de la gran masa que desborda los centros comerciales.