¿A cuánto pagamos el gramo de oro en Valencia?
- Obtenga una tasación al instante.
- Sin intermediarios.
- Evite bajadas de precio del oro fijando su precio al momento.
- Sin desplazamientos.
- Máxima valoración asegurada.
Para los amantes de las joyas nada hay más apreciado que las piedras preciosas negras: zafiro, jade, ónix, obsidiana, azabache o las espectaculares perlas negras. Pero entre tanta belleza sin duda es el diamante negro, nunca mejor dicho, la joya de la corona.
El diamante negro, también conocido como carbonado, es la variedad natural de los diamantes más resistentes, un aglomerado policristalino de carbono amorfo, grafito y cristales de diamante.
los diamantes negros alcanzan el máximo de 10 en la escala de Mohs, no pudiendo alterarse con nada, excepto con otros diamantes. Son opacos, porosos y no producen refracción de la luz ni brillo. En estado natural es difícil de encontrar y, por tanto, muy caro y apreciado.
Principalmente se encuentran en depósitos aluviales de Brasil y la República Centroafricana.
Historia del diamante negro
Con un color que recuerda a la hematita, los diamantes negros más bonitos son utilizados en joyería, mientras que el resto es usado por la industria, donde su excepcional dureza lo hace muy útil para herramientas de pulido, lijado, perforación y corte. Su origen es muy debatido. Algunos expertos creen que su origen está en una supernova, mientras otros afirman que se formaron hace apenas 100 millones de años, a diferencia de los diamantes clásicos, cuyo origen se remonta a más de 3.000 millones de años. El diamante negro fue descubierto por los portugueses en 1840, quienes lo bautizaron como carbonado por su similitud con el carbón.¿Cómo reconocer un diamante negro?
Éstas son las claves para reconocer esta piedra preciosa negra:- Certificado del GIA, Gemological Institute of America: donde se efectúa una completa evaluación. Todos los diamantes negros naturales deben contar con uno.
- Talla: son muy difíciles de pulir y tallar. Desconfía cuando encuentres un diamante negro con una talla excesivamente elaborada.
- Claridad opaca: si no es así no te encuentras ante un auténtico diamante negro.
- Masa: desconfía si tiene un peso superior a 0,5 quilates y es barato. Nadie vende duros a cuatro pesetas. Es fácil de confundir con algunos minerales como el hematite o el grafito.